Querida Andrea de 2018,
Te escribo desde 2025, desde una casa en Galicia, España, donde el viento del Atlántico me recuerda constantemente que la vida es cambio, movimiento, transformación.
Sé que ahora mismo estás en esa habitación de hotel en República Dominicana, sintiendo que el mundo se ha vuelto pequeño y a la vez infinitamente grande. Estás asustada, confundida, pero también llena de una determinación que ni siquiera tú misma reconoces.
Lo que no sabes
No sabes que esa imagen que tendrás esta noche - el hombre en la celda, el espejo, el reflejo que no coincide - se convertirá en algo más grande que tú misma. No sabes que esa idea que parece tan pequeña y frágil ahora, crecerá hasta convertirse en una novela que tocará la vida de muchas personas.
No sabes que el miedo que sientes ahora, esa sensación de estar perdida y sin rumbo, es exactamente lo que necesitas para crear algo auténtico. Porque solo cuando te sientes vulnerable puedes escribir sobre la vulnerabilidad de otros.
El viaje que te espera
Los próximos años no serán fáciles. Habrá momentos en los que querrás rendirte, en los que pensarás que no tienes lo que se necesita para ser escritora. Habrá rechazos, dudas, y noches en las que te preguntarás si todo esto vale la pena.
Pero también habrá momentos de pura magia. Momentos en los que las palabras fluyan como si no fueran tuyas, en los que sientas que estás canalizando algo más grande que tú misma. Momentos en los que te des cuenta de que estás creando algo que puede cambiar la vida de alguien.
Lo que has aprendido
Ahora sé que la escritura no es solo sobre contar historias. Es sobre conectar con otros seres humanos, sobre crear puentes entre realidades diferentes, sobre hacer que alguien se sienta menos solo en el mundo.
He aprendido que las mejores historias no son las que inventamos, sino las que descubrimos dentro de nosotros mismos. Que cada personaje que creamos es una parte de nosotros que necesitaba ser expresada.
El mensaje más importante
Andrea, confía en tu instinto. Confía en esa voz interior que te dice que tienes algo importante que decir. No te rindas cuando las cosas se pongan difíciles, porque la dificultad es parte del proceso.
Y sobre todo, recuerda que no estás sola. Hay personas que necesitan leer lo que vas a escribir, personas que se sentirán menos solas, menos locas, menos perdidas después de leer tus palabras.
Con amor y gratitud,
Andrea de 2025